El agua con gas es mala para la salud

Muchas veces nos han servido agua con gas o gasificada, y aunque sigue siendo agua, a ésta presentación se le añade de forma industrial anhídrido carbónico, lo que modifica su composición original y suma sus distintivas burbujas.

Aunque sigue siendo agua, su modificación con éste compuesto puede ser perjudicial para varios aspectos de la salud, por lo que hay que poner atención a su consumo.

Conoce cómo se hace el agua con gas

El agua con gas es una preparación fisicoquímica del agua en estado natural, a la que se le añade ácido carbónico y dióxido de carbono, se hace en contenedores a presión para evitar la especiales que pierda su presurización y se disocien, con lo que se preservan sus minerales y nutrientes naturales.

El agua con gas es de sabor más suave ¿Mito o realidad?

El agua con gas, contiene un residuo de carbonato de calcio, al consumirla, éste saca de inactividad y pone en alerta los receptores de dolor en la lengua como respuesta al ácido, ahí que se perciba de ella un sabor más suave que el del agua sin gas.

El agua con gas enemigo del sistema gastrointestinal 

Que consumas agua es vital, pero el agua con gas no te resultará del todo beneficiosa si tienes algunos padecimientos en el sistema gastrointestinal.

Las mismas burbujas que distinguen al agua con gas del agua mineral pura, pueden resultarte contraproducentes, ya que añaden gas al sistema digestivo, trayéndote entonces malestares que contribuyen a la aparición o recaídas en trastornos del aparato gastrointestinal.

Quienes sufren de enfermedad Celíaca, de Crohn, intestino irritable y colitis ulcerosa están entre los llamados a no consumir agua con gas, pues ésta suele hacer que sus incómodos y molestos síntomas se manifiesten, así que elige bien al tomar agua y evita ésta presentación.

El agua con gas afecta al intestino no grueso aumentando las molestias digestivas, produciendo mayor distensión abdominal y acumulación de gases, por lo que las flatulencias y los eructos se ponen a la orden ya que sus cantidades aumentan y expulsarlos se dificulta. Si padeces de acidez estomacal y/o reflujo gastroesofágico, hernia aerofagia el consejo es no consumir agua con gas, pues su pH es más ácido y tanto la acidez de estómago como el reflujo gastroesofágico se afectan con su consumo.

Ya sea, que sufras éstos trastornos o quieras evitar que aparezcan, es bueno mantener a raya la ingesta de agua con gas.

Evita el agua con gas si sufres EPOC

Mantente alerta, quienes padecen Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC); deben evitar consumir agua gasificada, ya que ésta suele hacer que el gas se acumule en la parte abdominal, con ello el aumento del volumen del el abdomen puede incrementarse y causar presión sobre los pulmones, conllevando a agravar la EPOC provocando dificultad respiratoria, lo mismo pasa con quienes presentan neumonías o cualquier padecimiento que conlleva la dificultad respiratoria por presión sobre la zona abdominal.

Salud bucal y su afectación por el agua con gas

Consumir agua con gas puede afectar la salud bucal, en especial el esmalte de los dientes, sobre el que puede provocar desgaste o erosión, y terminar debilitándose, o haciéndolos más propensos a la aparición de caries. 

La acidez propia del pH elevado del agua con gas puede incluso almacenarse en los dientes y afectarlos, debilitándose, esto a causa de que el ácido que tiene la bebida puede penetrar dañar la composición de calcio y fosfato del esmalte dental.

¿El agua con gas promueve la deshidratación?

El leve sabor amargo del agua con gas puede provocar en muchas personas que beban menos cantidad de agua, aun sin darse cuenta; de igual manera sentir saciedad con ella por la cantidad de gases que contiene y que se trasladan al organismo, lo que puede predisponer a la deshidratación.

Agua con gas en detrimento a los huesos

Aun se estudia si el consumo de agua con gas puede predisponer al desarrollo de la osteoporosis, ya que los ácidos podrían interferir en la absorción del calcio en los huesos, elevando la propensión a padecer la enfermedad, sin embargo es un planteamiento con detractores. 

10 tipos de personas que no deben consumir agua con gas

  1. Quienes padecen de colon irritable.
  2. Las que tienen acidez estomacal.
  3. Con problemas de sensibilidad y debilidad del esmalte dental
  4. A las que las flatulencias les acompañan frecuentemente.
  5. Las que presentan reflujo gastroesofágico.
  6. Las diagnosticadas con insuficiencia respiratoria severa.
  7. Celiacas.
  8. Las que tienen diagnóstico de Enfermedad de Crohn.
  9. Las que tienen antecedente de colitis irritable.
  10. Embarazadas.

¿Qué tan saludable es sustituir el agua natural por aguas con gas?

El agua con gas posee minerales y nutrientes, pero no debe consumirse en exceso, y de ninguna forma debe sustituir al agua común, las recomendaciones diarias de ésta por parte de los experto no exceden a los 4 vasos de al día.

Su cantidad acumulada de gases la hacen perjudicial y predisponente para algunas situaciones de salud, con el agua gasificada, así como con muchas cosas más los excesos no son recomendables, los excesos, y dependiendo de la realidad de cada persona, puede resultar ser hasta contraproducente su consumo.

Hay que considerar que incluso en estado natural el agua mineral puede estar gasificada, porque contiene el ácido carbónico desde su fuente manantial, ésta es más sana que el agua a la que se le ha añadido ácido carbónico.

El agua con gas sin duda afecta el funcionamiento del cuerpo humano, sin embargo es evidente que la parte de mayor incidencia está hacia el sistema gastrointestinal, por lo que la sugerencia de mayor cuidado en la ingesta de esa bebida va dirigida hacia quienes tiene antecedentes o predisposición a padecimientos de salud de éste orden.

El CO2 añadida al agua con gas puede estar presente en cantidades variadas, mientras más efervescente sea, mayor será su concentración, lo ideal es chequear su etiqueta y ver si es conveniente su consumo y en qué cantidades. El agua con gas puede estar a tu alcance, sin embargo presta atención a tu salud antes de hacer consumidor frecuente y en altas dosis de ella.

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